sábado, 25 de enero de 2014

Tragos de sol

TRAGOS DE SOL
Hoy me preguntaron por un remedio para la garganta.
En estos casos sobran las recetas caseras...y desde luego, los expertos comedidos.
Alguien que escuchó, intervino como en los toros, de espontáneo: "moja una camisa con alcohol y póntela como bufanda". Yo pensé enseguida: y por qué una camisa, en tal caso una bufanda.
Bueno, la intromisión me dio tiempo a recordar un procedimiento que una vez una radioescucha dijo a un locutor con la voz cavernosa, que se disculpaba a cada intervención por su garganta irritada. Simple la receta, aunque extraña al principio y parecía en tono de broma: tomar tragos de sol.
La señora explicó que tres de sus hijos eran maestros, padecían frecuentemente de irritación de garganta, ya era un mal crónico...¡ y les funcionó !
La mejor hora para esos tragos era entre 8 y 9 de la mañana. Orientarse hacia el sol, abrir la boca y dejar que los rayos llegarán directos a la laringe, unos tres o cinco tragos, cada uno de un minuto aproximadamente. Diariamente, mientras hubiera sol matutino, para un beneficio permanente. Además de que a esa hora es relativamente cómoda la inclinación del cuello hacia atrás. Al principio puede que sea necesario usar un espejo para comprobar que los rayos lleguen efectivamente hasta la laringe. Con la práctica se aprende luego a sentirlos.
Poco a poco, el locutor fue tomando la plática en serio, aunque escépticamente le quedaba la duda de cuál era la explicación científica.
La señora simplemente le dijo que el sol de la mañana contiene radiaciones que eliminan a los organismos infecciosos en la garganta, que son muy sensibles a los rayos ultravioleta del sol.
Y como el sol no cuesta. Y qué son unos minutos. Total, me dispuse a probar una semana, porque igual que al locutor, la temporada de invierno me ocasionaba estragos. Y cuando no era invierno, también, por aquello de las bebidas frías.
¡Y qué maravilla de la Naturaleza! No digo más.