jueves, 31 de julio de 2008

A PROPOSITO DE RATAS

RELATO DE ANDRÉS "LA RATA" ( Para Marián y sus ratas).
"Si alguna vez hubieran convocado a un concurso para encontrar al hombre más perezoso del mundo, el primer lugar se lo hubiera ganado Andrés, Andrés la Rata.
El sobrenombre le vino por derivación espontánea de dos cosas: su situación económica, y el olor que despedía desde muchos metros de distancia. Y a pesar de su marcada flojera, como un castigo que le puso su destino, tuvo que arrastrar por más de medio siglo una pierna tan gruesa como el tronco de un bonete.
Era muy inclinado a no trabajar, y en cambio su especialidad fue una hambre que nunca satisfizo.
De joven lo emplearon en el campo. Una vez le ordenaron preparar el fuego para calentar la comida de todos. Dos horas más tarde vieron que en dirección de donde había puesto la fogata, salía únicamente un hilillo de humo. Se dirigieron al lugar y encontraron a Andrés dormido bajo un árbol después de haberse comido el almuerzo de todos.
-¡Qué has hecho, sinvergüenza!- dijo el patrón.
-Daca un cigarro- fue todo lo que contestó abriendo un ojo apenas.
Le decían la Rata por el olor que despedía, y esto era por una llaga varicosa que tenía en una pierna, en torno a la cual se enredaba una y otra hilacha. Cuando la mancha salía encima de la tela que se había añadido, no se la quitaba, sino que ponía otra encima y así sucesivamente hasta que su pierna fue casi un barril.
Un día, caminando por una ciudad, vi a un anciano sentado en el borde de una banqueta. Al acercarme me sorprendí al comprobar que era nada menos que Andrés la Rata.
-Qui´hubo Andrés ¿qué andas haciendo?
-Ando de vacaciones
-¿Traes dinero?
-Nomás eso se me olvidó.
-Tóma- y le dí una moneda.
-Échamela a la bolsa- dijo sin inmutarse.

Alguien, alguna vez, le pidió llevar dos santos hasta Atoyac, Jalisco, dos fotografías cuyos marcos, una vez montados, fueron empacados cuidadosamente. Andrés aceptó por pago adelantado y una máñana salió con un mecapal a la espalda.
Ocho dias tardó en llegar. Ocho dias durante los cuales no se los quitó de la espalda por la flojera de no volverlos a cargar. Cuando llegó con felicidad a su destino, tenía una llaga que le duró todo el año.
Ya muy entrado en edad ingresó a un asilo de ancianos. Ahí estuvo varios meses. Su trabajo consistía en limpiar su recámara y cortar algunas flores deljardín para su florero. Lo expulsaron porque nunca barría su cuarto y robaba las flores a los demás por no ir a cortarlas.
Eso lo traía de herencia. Su padre, siendo joven, se enroló al ejército y tiempo después llegó al estado de Chihuahua. Ahí causó baja por flojo y descuidado, pero lo peor de las cosas, fue que se olvidó de donde era.
Años más tarde, un pordiosero se encontró con el padre de Andrés y le dijo:
-Que se me hace que tú eres Ugenio.
-Hey, yo soy.
-¿Y qué andas haciendo por acá?
-Aquí vivo.
-¿Por qué no te vas a tu tierra?
-Porque no me acuerdo en donde es.
Y juntos, pidiendo y andando, llegaron más tarde a su pueblo donde la esposa de Ugenio, a quien había dejado embarazada al partir, le presentó un hijo.
-Mira, ése es Andrés.
-Huele muy feo
Cuando murió Andrés, yo creo que lo hizo adrede. Nomás por la flojera de no volver a abrir los ojos. "

Y creo que en cada pueblo hay Ratas como Andrés.

domingo, 13 de julio de 2008

Una llamada

Ayer llamé a una de mis amigas. Me dice que le han aplicado un tratamiento con yodo radioactivo y deberá permanecer aislada 5 días. Me imagino. Más que la conversación, el cambio en su tono de voz fue cambiando hasta hacerla reir con mis bromas. Lo que puede hacer una llamada. Me da gusto saber que se anima. Y me comparte de ese ser positivo y fuerte.

miércoles, 9 de julio de 2008

MIENTRAS LLUEVE

Todo cambia con la lluvia. El paisaje, sobre todo. Hay que sacar impermeable, chamarra con gorro (¡que enfado con el paraguas!), botas... Manejar en estas condiciones obliga a ser más precavidos...y pacientes. Se limitan las salidas, el teléfono se hace más necesario. Se antojan las bebidas calientes...y las espirituosas también.
Hay quienes dicen que les afecta en su ánimo. A mí me recarga la energía. Me encanta pisar charcos y salir a ver las crecientes de los rios o hacer leña de los árboles derribados por la tormenta. Con ansia espero un dia soleado para podar el pasto y ver que va quedando parejito, parejito. Méndigas hormigas que hacen su lucha en mi perjuicio, ni modo. Creo que hay que pintar herrería al final del temporal (debí hacerlo antes, ni modo). En las noches, las luciérnagas y ranas me hipnotizan.
Tanto esperar por que llueva y por eso no entiendo que haya quien se asoma por la ventana a mirar el cielo y clame porque deje de llover. Ni que estuviera diluviando. En otras circunstancias lamentables ni que decir. Lo cierto es que no depende de nuestra voluntad, así que mejor nos acomodamos o nos resignamos, según le venga el clima a cada quien.
Yo por lo pronto, mientras puedo salir, estoy desempolvando a Oscar Chávez.