lunes, 21 de abril de 2008

¡QUE CORAJE DA!

Han sido tres largas semanas que me ausenté de leer y hacer algún comentario.
No hay forma de explicar tranquilamente las que pasé. Brevemente desahogo algunos pormenores y ya sabrán entenderme. Deseo de antemano que no les suceda.
¡Qué coraje da! Al punto del encabritamiento. Eso de llegar a casa y encontrarse con puertas forzadas, chapas rotas, lo que queda de pertenencias todas tiradas, muebles rotos, ropa por ningún lado y vecinos curiosos con más morbo que solidaridad. La impotencia, el ultraje, ganas de ... y lo peor ¡ la estúpida burocracia judicial! ni quiero perder el tiempo en relatar las atenciones recibidas por agentes de nuestro sistema de procuración de justicia ¡pa´llorar!
En fin. Han de imaginar. En verdad que ha nadie le deseo algo así.
Ando rehaciendome. Todavía no duermo bien y me la paso maldiciendo a toda hora. No le encuentro sabor a lo que como. En fin.
Poco a poco estaré de vuelta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

cómo me gustaría decir que no... pero la verdad es que sí sé lo que se siente. La casa de mi madre es el lugar más inseguro del mundo así que recuerdo cosas por el estilo desde que tenía 12 años... tal vez menos.
a la casa donde ahora vivo también entraron cuando apenas tenía un mes en la colonia.

besos y abrazos muchos

Everardo Esparza Huizar dijo...

Bien recibidos y correspondidos.

Anónimo dijo...

te extrañé... y mucho.

Everardo Esparza Huizar dijo...

Se siente bien saberte visitante.
Voy tomando aire nuevamente.