¡SÁQUENME DE AQUÍ!

En San Isidro Mazatepec, pueblito a media hora de Guadalajara, las fiestas patronales son en la semana del 15 de mayo. Y como en cualquier fiesta de pueblo que se respete, hay que echar la casa por la ventana. Ni que decir que no pueden faltar los "norteños" al terruño donde tienen enterrado el ombligo, a presumir que han ganado billete del verde, a pagar la banda y los cartones de cerveza.
Llegó el "Rober" ( manía de los norteños de cambiarse el nombre, porque todos lo conocían por "Beto, el hijo del Chiquihuite") a casa de su tía abuela, que tiene cuartos de sobra "pa cuando viene la familia tengan donde dormir sin causar molestia". Ya instalado, ni tardo ni perezoso, a buscar a los amigotes y a consumir cerveza, no sea que se la vayan a acabar. Empezó tempranito, luego a las brevas, el desempance, y así hasta que tuvieron que llevarlo " de cantarito" y a correr pa evitar reclamos de "pos qué le hicieron...mira cómo te train...y esos son tus amigos".
Pudo entrar porque se acostumbra dejar la puerta emparejada, pero como no ubicaba los apagadores, tuvo que deslizarse a tientas, tumbando de pasadita la maceta consentida de la tía y haciendo ladrar al perro. Como pudo, entró al cuarto que le asignaron, también a oscuras y a tientas, sin poder esquivar la mesita. Con la poca prudencia que le quedaba, decidió el angelito dormir en el suelo, porque no dió con la cama. Y a roncar y a tener pesadillas.
Ya era mediodía cuando se fue despertando medio crudo. Vio todo oscuro ( muchos cuartos no tenían ventana y ni una rendija por donde entre luz en la puerta) y tratando de despabilarse que se endereza y seco el guamazo en la frente. Al tiempo que quiso sobarse el golpe, sus manos tocaron algo sólido, palpó, arañó y reconoció la aspereza de la madera. Hay que maliciar la desvelada y la cruda. Empezó a querer entender y aquella oscuridad, el silencio, la madera. Ya se ahogaba, no podía ni respirar. Con todas las fuerzas que pudo reunir se aventó el grito más memorable con el que lo estuvieron jodiendo hasta que se marchó pal norte: "SÁQUENME DE AQUÍ, NO ME ENTIERREN VIVO!
El muy tarugo, mientras dormía la mona rodó abajo de la cama, que tenía colcha hasta el piso y travesaños de madera.
Y como en este pueblo todo se sabe al minuto y sin internet, ya sabrán.
Eso sí, el "Rober" quedó muy cordialmente invitado a las próximas FIESTAS PATRONALES, pero como dijo : "PA´TRONALES EL ..."
A ver quien te recibe. Tu tía te recuerda con cariño. A ver si le repones su maceta.