jueves, 19 de junio de 2008

ÁNGELES

Siempre he vivido rodeado de ángeles. No me había dado cuenta. Será que sus alas son silenciosas.
Por circunstancias que no atino a comprender, me he encontrado con personas que casi sin conocerme me han dado la mano en momentos de apremio y sin condiciones. Vivo agradecido por esa buena ventura. Es una felicidad encontrarme con amigos y amigas después de años de no verlos y ver la alegría en sus rostros y sentir la sinceridad en sus abrazos. Es el premio mayor.
También me he encontrado tres demonios, cada uno con su estilo. Uno que fingiendo ser amigo me apuñalaba la espalda mientras trataba demostrar que me practicaba acupuntura. Otro que jamás digería ver que tantos me apreciaran y sólo estaba atento a mirar mis fallas para exhibirlas. El último, apenas si lo conocí de nombre y ya trataba de causarme daño sin que yo sepa el motivo.
Lo paradójico es que esos tristes demonios nunca pudieron causarme ni un rasguño. Nunca usé la defensa. Estuve a su merced, desarmado. Lo único es que siempre pensaron que eran tan listos o yo tan tonto para que no me diera cuenta de sus esfuerzos contra mí. Lo supe siempre y los dejé hacer por conocer sus alcances. Y mientras más inerme estuve, resulté más intocable.
La sombra de todos los ángeles que me rodean me cubre a donde quiera que voy y dónde no estoy también. Vivo rodeado de ángeles. Estoy seguro que soy un afortunado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

uno siempre atrae a seres semejantes a uno mismo... si estás rodeado de ángeles, bueno ¿para qué más explicaciones?